Parafraseando conocidas expresiones (“sabiendo dónde estamos y a dónde nos dirigimos, podríamos juzgar mejor qué hacer y cómo hacerlo”), es también conveniente saber de dónde venimos y qué camino hemos transitado. Os aconsejo releer y curiosear los artículos monográficos de la historia de la Asociación Española de Artroscopia (AEA) publicados en nuestra revista. Se gestaron los 2 primeros durante la presidencia de Manolo Díaz Samada, conmemorando el 25 aniversario de la AEA(1,2). El tercero, mucho más reciente, actualiza nuestra historia y se publicó conmemorando nuestro 35 aniversario(3). Ilustran el relato auténtico que nos permite conocer “de dónde venimos y qué camino hemos recorrido”.
Nos hallamos en una época en la que se debate sobre si las sociedades científicas siguen teniendo razón de existir en un sistema cada vez más polarizado entre el profesional y las diferentes instituciones hospitalarias, académicas e investigadoras. En un momento de creciente internacionalización, ¿cuál es el sentido de pertenecer a sociedades nacionales, como la AEA? ¿Cómo podrá esta sobrevivir y mantener sus propios cauces de financiación? ¿Cómo podrá mantener sus principios de comunicación y difusión?
Caminamos, ya de hecho, a la búsqueda de respuesta a estas cuestiones. A encontrar los cauces adecuados contribuirá sin duda el lograr una mayor participación e involucración de los socios en las aspiraciones comunes. Indudablemente, nuestra revista es uno de los canales de participación y cohesión entre los miembros de AEA; también lo es el congreso anual.
Parece también necesario explorar y aplicar las nuevas fórmulas de difusión y reunión. La aparición vertiginosa de nuevas tecnologías en los diversos campos de la comunicación (redes sociales, apps, streaming, webinar, etc.) nos brinda ya una magnífica oportunidad con multitud de herramientas que debemos saber aprovechar para lograr la AEA a la que nos dirigimos. Las jornadas de actualización y los cursos de proximidad (AEA Cerca de ti) persiguen fomentar esta participación aprovechando las nuevas tecnologías. También lo persigue nuestra constante presencia en Twitter o Linkedin.
La realidad es que las nuevas generaciones cuentan cada vez menos con tratados que compendian la especialidad o sus diferentes áreas, no reciben revistas en papel, no pisan la biblioteca como hacíamos antaño. Las búsquedas, el PDF, VuMedi, la participación en cursos anatómicos, etc. se han convertido en las herramientas predilectas para el aprendizaje. Nuestra revista ha seguido esta tendencia, permitiendo su acceso libre online y siendo editada en formato digital. Debemos promover nuestros propios cursos, nuestro “propio VuMedi” de técnicas quirúrgicas; la web de la AEA es el canal idóneo para ello. La promoción desde la junta del Grupo Joven de la AEA, dinamizado por Deborah González(4), constituye el mejor ejemplo de ello.
La atención al socio ha sido y es el objetivo fundamental de nuestra asociación, de su Junta. La formación y la difusión de nuestros conocimientos sigue siendo el objetivo primordial de la misma. El Plan Nacional de Formación en Artroscopia (PNFA) canaliza y vehicula el tremendo esfuerzo docente emprendido los últimos años.
En un intento constante de captar el interés y propiciar la participación, de caminar hacia ese futuro aún incierto, os traslado íntegramente las ideas, las preocupaciones, de nuestro presidente Eduardo Sánchez Alepuz:
“Nuestra razón de ser como asociación profesional de una técnica quirúrgica, la cirugía artroscópica, es fomentar, potenciar y difundir la investigación, el estudio y la transparencia de nuestros conocimientos y avances desde la independencia profesional, a nuestros socios y a todas las asociaciones de cirugía ortopédica y traumatología de nuestro país y de fuera de nuestro país. Las principales debilidades y amenazas actualmente de nuestra asociación son la estructura y el peso específico de las actuales fuentes de financiación con una futura insostenibilidad económica financiera y el riesgo de fractura de la AEA al perder la identidad transversal (asociación de una técnica quirúrgica) que la define, con una pérdida del ritmo de crecimiento frente al resto de las asociaciones afines (asociación de hombro-codo, rodilla…). Pero la AEA tiene grandes fortalezas: la transversalidad convierte la razón de ser de la AEA en un servicio deseado por otras asociaciones, el número de socios con los que contamos, la visión ampliamente implantada de búsqueda de valor para satisfacer las necesidades del resto de las asociaciones “anatómicas” (hombro-codo, rodilla, pie-tobillo…) y muchas más. Este análisis de amenazas/debilidades frente a la fortalezas/oportunidades debemos aprovecharlo para que nuestra sociedad sea una fuente de conocimiento independiente que sepa “vender y exportar” ese conocimiento a nuevos mercados y de forma diferente a como lo estamos haciendo hasta ahora, porque si la sociedad y los mercados cambian, las sociedades científico-profesionales deben inexorablemente cambiar y adaptarse a los nuevos tiempos. Por este motivo, en la próxima asamblea de la AEA que celebraremos en nuestro congreso de Santander, presentaré a todos los socios un Nuevo Plan Estratégico para la viabilidad futura de la AEA. Aprovechándonos del análisis de nuestras fortalezas/oportunidades buscaremos dar respuestas innovadoras y modernas a nuestras amenazas/debilidades. La AEA, con el número de socios que cuenta en la actualidad y con el nivel de actividades docentes, científicas, formativas, divulgativas (revista, redes sociales, webinar…) que realiza anualmente, no debe tener miedo a las continuas amenazas de los sectores financieros sanitarios (industria, compañías aseguradoras, grupos financieros sanitarios…) y debemos como asociación dar un paso adelante, con nuevos criterios de gestión de la sociedad donde sepamos anticiparnos a las situaciones venideras con cambios en la estructura y la organización de nuestra querida AEA, siempre que el socio así lo estime y crea oportuno.
Toda amenaza en época de cambios es una oportunidad de crecimiento y mejora que no debemos desaprovechar; debemos reinventarnos”.
Ricardo Cuéllar Gutiérrez Eduardo Sánchez Alepuz
Director de REACA Presidente de la AEA