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Revista del Pie y Tobillo

Sociedad Española de Medicina y Cirugía del Pie y Tobillo

Cabecera Vol. 38. Núm. 1. Enero-Junio 2024
ISSN online: 2173-2949
ISSN impreso: 1697-2198
Vol. 38. Núm. 1. Enero-Junio 2024
10.24129/j.rpt.3801.fs2303006
Recibido: 2 de marzo de 2023
Aceptado: 15 de agosto de 2023
Notas clínicas

Luxación del tibial posterior: técnica quirúrgica y revisión de la literatura

Posterior tibial dislocation: surgical technique and review of the literature

Rev Pie Tobillo. 2024;38(1):57-68

Resumen: 

La luxación del tendón tibial posterior (TP) es un hallazgo extremadamente raro pero significativo en casos con dolor recalcitrante sobre el maléolo medial, generalmente como consecuencia de un traumatismo. Con frecuencia, esta condición se diagnostica erróneamente como un esguince de tobillo en situaciones agudas, pudiendo pasar desapercibido en caso de un examen clínico inadecuado y sin las técnicas de imagen correctas.

Presentamos el caso de una paciente diagnosticada de luxación del TP después de 8 meses de manejo conservador de un esguince de tobillo. La intervención quirúrgica consistió en la profundización del surco retromaleolar y la reparación del retináculo flexor con anclajes de sutura intraósea; la paciente se encontraba asintomática a los 3 meses de la cirugía.

Se realizó una revisión minuciosa de la literatura sobre la lesión antes mencionada, concluyendo que la luxación del TP, a pesar de su rareza, debe incluirse en el diagnóstico diferencial de pacientes con dolor en el maléolo medial tras una lesión de tobillo.

Abstract: 

Posterior tibialis tendon (PTT) dislocation is an extremely rare yet significant finding in cases with recalcitrant pain over the medial malleolus. Usually, as a consequence of trauma, this condition is misdiagnosed as an ankle sprain in acute settings. It might be neglected in case of improper clinical examination and imaging techniques.

Herein, we report the case of a female patient diagnosed with PTT dislocation after 8 months of conservative management for an ankle sprain. Surgical intervention, including retromaleolar groove-deepening and repair of flexor retinaculum with intraosseous suture anchors, proved to be successful after a mean follow-up of 3 months.

A thorough literature review was conducted regarding the afore mentioned injury, concluding that PTT dislocation, in spite of its rarity, should be included in the differential diagnosis of patients with pain on medial malleolus after an ankle injury.

Introducción

El tendón del tibial posterior (TP) pasa a través de un surco fibroóseo posterior al maléolo medial y se mantiene en su lugar gracias al retináculo flexor, que se extiende desde el maléolo medial hasta el tubérculo medial del calcáneo. El tendón TP es un importante estabilizador medial de la articulación del tobillo y resiste las fuerzas de eversión y pronación al caminar o correr. La luxación del tendón es rara, pero por lo general ocurre como consecuencia de un traumatismo agudo que implica una dorsiflexión forzada del pie y una rotación externa de la pierna.

La luxación del TP es difícil de detectar clínicamente, especialmente en un entorno traumático agudo, pero se puede diagnosticar mediante tomografía computarizada (TC), resonancia magnética (RM) o ecografía dinámica. Generalmente, se trata quirúrgicamente con reparación del retináculo flexor y profundización del surco en el maléolo posterior.

Material y métodos

Revisión sistemática de la literatura

Realizamos una búsqueda en PubMed el 3/12/2022. Los términos introducidos fueron “tibialis posterior”, “dislocation” y/o “subluxation”. Acotamos la búsqueda a los artículos publicados en inglés y/o español. La búsqueda dio como resultado 110 artículos, de los cuales solo 38 cumplieron los criterios de inclusión(1-38).

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Tabla 1. Características de los casos publicados en inglés o español hasta 2022 (I)

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Tabla 1. Características de los casos publicados en inglés o español hasta 2022 (II)

Un resumen de los datos publicados (incluyendo nuestro caso) se enumera en las Tablas 1 y 2. Se han notificado un total de 55 casos de 1955 a 2022, incluidos 31 hombres (56%) y 24 mujeres (44%). Del total de los casos, 36 (65%) ocurrieron antes de los 40 años. En 17 casos (30%), no se reportó el lado afectado, 22 casos (40%) se dieron en el lado derecho, 15 eran del lado izquierdo (27%) y un caso bilateral.

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Tabla 2. Hallazgos patológicos, tratamiento y seguimiento de los casos publicados en inglés o español hasta 2022 (I)

El mecanismo de lesión predominante involucró un pie fijado al suelo con una lesión por torsión en 24 casos (44%). En 9 casos de los restantes, la causa de lesión fue una dorsiflexión, traumatismo directo en 6 ocasiones, iatrogénico en 2, un caso de luxación espontánea y otros mecanismos no especificados.

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Tabla 2. Hallazgos patológicos, tratamiento y seguimiento de los casos publicados en inglés o español hasta 2022 (II)

El síntoma predominante asociado con luxación del TP es dolor en la región medial del tobillo, que estuvo presente en 51 casos (97%). Presentaban además tumefacción medial 30 casos (54%) y una sensación asociada de inestabilidad/subluxación 28 casos (50%). En 31 de los casos (56%) era evidente a la exploración física la inestabilidad del TP y se podía reproducir la luxación. Dos de los pacientes presentaban incapacidad para la carga. Como lesiones asociadas, 3 pacientes presentaban lesiones ligamentosas, en 2 casos muestran fracturas, lesión condral en una ocasión y bloqueo en uno de los pacientes. El intervalo hasta la cirugía fue de 17,3 semanas de media (rango de 0 a 96).

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Figura 1. Vía de abordaje. Se observa el tibial posterior (líneas discontinuas) luxado sobre el maléolo tibial (MT). Marcamos el abordaje con la línea de puntos.

La característica patológica más comúnmente observada en la cirugía fue la avulsión anterior del retináculo flexor en 37 casos (67%), en 7 de los pacientes ese retináculo se presentaba roto (13%); sin embargo, era deficiente en 6 casos (11%), 3 de los autores certificaban la ausencia del retináculo flexor a la exploración quirúrgica (5%) y en 2 casos se presentaba un retináculo degenerado (3%). Referente al surco retromaleolar, 26 de los pacientes presentaba unas características normales (47%), pero en 17 pacientes era un surco poco profundo (31%) y en un caso el autor lo describe como inclinado (1,8%).

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Figura 2. En la imagen superior podemos observar el retináculo intacto. En la imagen inferior observamos cómo el tibial posterior se encuentra anteroposicionado debido a que ese retináculo se encuentra avulsionado junto al periostio del maléolo tibial.

En cuanto al tratamiento recibido, en 31 de los pacientes se realizó un reanclaje del retináculo (56%), en 19 de los casos se realizó una sutura de este (34%) y 15 de los pacientes precisaron una profundización del surco retromaleolar (27%). Precisaron una reconstrucción con un flap perióstico 4 pacientes (7%), la reconstrucción se realizó con un flap de tendón de Aquiles en 2 ocasiones, en otros 2 casos se realizó con un flap del flexor digitorum longus y vaina del ligamento deltoideo (3%). Por último, en uno de los casos se realizó una reconstrucción con un flap tenosinovial (1,8%).

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Figura 3. Clasificación de la luxación del tibial posterior propuesta por Sakakibara en 2018. En el tipo I, el retináculo flexor se rompe, permitiendo que el tibial posterior (TP) se mueva libremente sobre el maléolo medial en el tejido subcutáneo. En el tipo II, el retináculo flexor y el periostio se avulsionan de la tibia, lo que lleva a la formación de una pseudobolsa en la que el TP se asienta.

La moda del tiempo de inmovilización fue de entre 4 y 6 semanas con férula. Únicamente 2 autores refieren síntomas residuales leves u ocasionales al final del seguimiento.

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Figura 4. En la imagen superior se observa el tendón alojado subperiósticamente anteriormente al maléolo medial. En la imagen inferior reducimos el tendón a su posición y se observa el surco que había creado en la región medial del maléolo tibial.

Nuestro caso se trata de una paciente de 42 años que tras 8 meses de un accidente de dorsiflexión e inversión en la montaña, habiendo sido tratada conservadoramente como un esguince de tobillo, acude a nuestra consulta por presentar dolor medial persistente y tumefacción. A la exploración física no se observaba subluxación del tendón TP, pero sí una estructura anterior al maléolo medial. Solicitamos una ecografía que confirmaba nuestra sospecha de luxación anterior del TP, sin otras lesiones asociadas.

Intervención quirúrgica

Se colocó a la paciente en decúbito supino, con unas almohadas en la cadera contralateral para facilitar la rotación externa de la pierna afecta. Se realizó una incisión longitudinal de 6 cm a lo largo de la cara posterior del maléolo medial (Figura 1). El retináculo se encontró intacto; sin embargo, el aspecto anterior del retináculo flexor y el periostio se encontró avulsionado del hueso tibial, formando una falsa bolsa en la que se localizaba el TP (Figura 2). Estos hallazgos perioperatorios fueron compatibles con una luxación del TP de tipo II (Figura 3), según la clasificación descrita por Sakakibara en su artículo de 2018(33).

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Figura 5. Labrado del nuevo surco retromaleolar. Reanclaje del retináculo en 4 puntos en empalizada. Se observa cómo se crea un muro para prevenir una nueva luxación. Sutura del retináculo con suturas de alta resistencia.

Después de incidir el retináculo, el tendón se encontró alojado subperiósticamente anteriormente al maléolo medial, habiendo creado su propio neosurco en esa nueva posición y el surco retromaleolar era poco profundo en comparación con el tamaño del tendón (Figura 4). Al intentar reducir el tendón a su posición nativa, presentaba una inestabilidad a la flexoextensión; por lo tanto, para profundizar el surco, se realizó una osteotomía longitudinal en el borde del surco utilizando un escoplo estrecho. Se conservó la superficie de fibrocartílago del suelo del surco mientras se levantaba la capa de hueso como un colgajo con el escoplo para exponer el hueso esponjoso subyacente. Se utilizó una sierra de barril para extraer una pequeña cantidad de hueso esponjoso para profundizar el surco. El TP se redujo en el surco y se encontró estable. Seguidamente, reparamos el retináculo. Realizamos un reanclaje con 4 anclajes Iconix® 2,3 mm (Stryker, Kalamazoo, Michigan, EE. UU.), realizando una sutura de dentro a fuera para cerrar el espacio subperióstico del maléolo medial y creando una empalizada que evitase la nueva luxación del tendón. El retináculo fue reparado con suturas no reabsorbibles (Figuras 5 y 6). La flexión dorsal/plantar, inversión y eversión pasiva intraoperatoria del pie verificaron el mantenimiento y el libre deslizamiento del TP a lo largo del surco retromaleolar. Se realizó un cierre en capas y se colocó una férula posterior corta.

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Figura 6. Esquema de la anatomía normal y tras la reparación quirúrgica. A: retináculo flexor; B: tibial posterior; C: flexor hallucis longus; D: paquete vasculonervioso; E: peroneo largo y corto; F: tendón de Aquiles; G: nuevo surco retromaleolar; H: implantes de reinserción del retináculo flexor.

Postoperatorio

Se mantuvo con una férula de yeso durante 3 semanas para evitar complicaciones en el proceso de cicatrización. Seguidamente, se permitió la carga con bota Walker durante 3 semanas más.

Resultados

Cuando se evaluó a la paciente, se comprobó que el TP estaba adecuadamente reducido, sin ninguna evidencia de subluxación durante el movimiento activo o resistido. Seguidamente, se inició el proceso rehabilitador, que consistió en la movilización de tejidos blandos, rango de movimiento, fortalecimiento y ejercicios propioceptivos.

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Figura 7. Exploración física a los 3 meses de la intervención. Capacidad de puntillas monopodal, flexión dorsal 100°, inversión fuerza 5/5 y flexión plantar 30°.

A las 12 semanas del postoperatorio, la paciente se encontraba bien, con deambulación autónoma e independiente para las actividades de la vida diaria, sin dolor y con el tendón funcionando con fuerza normal (capacidad para mantenerse de puntillas monopodal), sin evidencia de subluxación o sinovitis (Figura 7).

Discusión

La luxación del TP fue descrita por primera vez en la literatura belga por Martius en 1874(19).

Hasta la fecha, la revisión sistemática más amplia publicada, según nuestro conocimiento, es la de Lohrer en 2010, que encontró 61 casos publicados en inglés, alemán o francés(25). Se han publicado revisiones más recientes como la de Strydorm en 2017, pero únicamente encontraron 38 casos, cuando acotamos a la literatura inglesa(31).

El TP es la estructura más superficial del túnel del tarso retromaleolar. El retináculo flexor, que se extiende desde el maléolo medial al tubérculo medial del calcáneo, junto con la concavidad del surco retromaleolar, es la principal estructura anatómica que soporta al TP y los tendones flexores dentro del surco retromaleolar, evitando el efecto de cuerda de arco. Soler et al. realizaron un estudio anatómico en 25 tibias de cadáveres y describió que el surco retromaleolar puede variar en ancho y profundidad, lo que significa que un surco retromaleolar menos profundo podría facilitar la luxación del TP(5).

Por lo general, el mecanismo de lesión predominante es la torsión del tobillo, la pronación con rotación externa o la dorsiflexión forzada, aunque se han informado casos no traumáticos de luxación espontánea del TP(3,32).

Se han descrito 2 tipos de luxación del TP. En el tipo I, el retináculo flexor se rompe, permitiendo que el TP se mueva libremente sobre el maléolo medial en el tejido subcutáneo. En el tipo II, el retináculo flexor y el periostio se separan de la tibia, lo que lleva a la formación de una pseudobolsa en la que el TP puede asentarse (Figura 3).

El diagnóstico de la luxación del TP es principalmente clínico; sin embargo, en un entorno agudo, el diagnóstico puede retrasarse, ya que la historia y la presentación clínica del paciente pueden simular un esguince agudo de tobillo, como es nuestro caso. Según la revisión, el tiempo medio habitual desde la presentación hasta el diagnóstico es de 4,3 meses.

Durante el examen físico, el edema de tobillo concomitante puede dificultar la palpación del TP dislocado. A medida que disminuye la hinchazón del tobillo, se puede palpar una estructura similar a un cordón sobre el maléolo medial. En casos dudosos, las pruebas complementarias como la ecografía, la RM y/o la TC ayudan a establecer un diagnóstico preciso.

La ecografía dinámica, además de ser más rentable que una TC o una RM, puede mostrar la traslación del tendón por delante y por detrás del maléolo(24). La TC puede ser útil para valorar la hipoplasia del surco retromaleolar, mientras que la RM puede evaluar no solo el TP sino también visualizar el retináculo flexor y los posibles desgarros del tendón(5). En el momento agudo, es recomendable realizar radiografías simples para excluir lesiones óseas(33).

Las opciones de tratamiento incluyen manejo conservador o quirúrgico. Hasta la fecha, la literatura reconoce que el abordaje quirúrgico es más eficaz para restaurar la luxación(7). Según la imagen y los hallazgos perioperatorios, se han sugerido varios procedimientos quirúrgicos: reparación del retináculo flexor directo, reconstrucción del retináculo combinada con procedimientos de profundización del surco, osteotomías maleolares, anclajes de sutura, injerto de bloque de hueso autógeno(24) y fijación de placa de sostén(22,30).

Conclusiones

La luxación del TP debe ser uno de los posibles diagnósticos diferenciales al enfrentarnos a una lesión en el tobillo incluso con radiografías simples normales. La historia clínica y el examen físico, si se realizan correctamente, son las claves para hacer un diagnóstico certero. Por lo tanto, recomendamos una minuciosa anamnesis y un examen físico adecuado con un alto índice de sospecha para cualquier posible diagnóstico. La intervención quirúrgica temprana para tales casos es el método de tratamiento preferible para evitar complicaciones adicionales y una correcta recuperación funcional.

Tablas

Tabla 1. Características de los casos publicados en inglés o español hasta 2022 (I)

Tabla 1. Características de los casos publicados en inglés o español hasta 2022 (II)

Tabla 2. Hallazgos patológicos, tratamiento y seguimiento de los casos publicados en inglés o español hasta 2022 (I)

Tabla 2. Hallazgos patológicos, tratamiento y seguimiento de los casos publicados en inglés o español hasta 2022 (II)

Figuras

Figura 1. Vía de abordaje. Se observa el tibial posterior (líneas discontinuas) luxado sobre el maléolo tibial (MT). Marcamos el abordaje con la línea de puntos.

Figura 2. En la imagen superior podemos observar el retináculo intacto. En la imagen inferior observamos cómo el tibial posterior se encuentra anteroposicionado debido a que ese retináculo se encuentra avulsionado junto al periostio del maléolo tibial.

Figura 3. Clasificación de la luxación del tibial posterior propuesta por Sakakibara en 2018. En el tipo I, el retináculo flexor se rompe, permitiendo que el tibial posterior (TP) se mueva libremente sobre el maléolo medial en el tejido subcutáneo. En el tipo II, el retináculo flexor y el periostio se avulsionan de la tibia, lo que lleva a la formación de una pseudobolsa en la que el TP se asienta.

Figura 4. En la imagen superior se observa el tendón alojado subperiósticamente anteriormente al maléolo medial. En la imagen inferior reducimos el tendón a su posición y se observa el surco que había creado en la región medial del maléolo tibial.

Figura 5. Labrado del nuevo surco retromaleolar. Reanclaje del retináculo en 4 puntos en empalizada. Se observa cómo se crea un muro para prevenir una nueva luxación. Sutura del retináculo con suturas de alta resistencia.

Figura 6. Esquema de la anatomía normal y tras la reparación quirúrgica. A: retináculo flexor; B: tibial posterior; C: flexor hallucis longus; D: paquete vasculonervioso; E: peroneo largo y corto; F: tendón de Aquiles; G: nuevo surco retromaleolar; H: implantes de reinserción del retináculo flexor.

Figura 7. Exploración física a los 3 meses de la intervención. Capacidad de puntillas monopodal, flexión dorsal 100°, inversión fuerza 5/5 y flexión plantar 30°.

Cita bibliográfica

Fernández Gutiérrez L, León Gutiérrez A, Teruel González VM, Llorente Pascual RMLuxación del tibial posterior: técnica quirúrgica y revisión de la literatura. Rev Pie Tobillo. 2024;38(1):57-68. doi: 10.24129/j.rpt.3801.fs2303006

Responsabilidades éticas

Protección de personas y animales. Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.

Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.

Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.

Financiación. Los autores declaran que este trabajo no ha sido financiado.

Conflicto de intereses. Los autores declaran no tener ningún conflicto de interés.

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