35 aniversario

Al presentaros este número especial de aniversario debo explicaros el porqué de esta insistencia en celebrar de forma destacada este 35. Tras felicitar a la AEA y felicitarnos, como ya lo hiciera Manuel Díaz Samada hace diez años, debo señalaros que, representativamente, estamos realizando una verdadera transición entre generaciones: la de los primeros fundadores y aquellos que nos sumamos con entusiasmo y expectación en aquellos primeros años y todos aquellos que os habéis ido incorporando en años más recientes. Vuestra será la responsabilidad y la gestión en los próximos años. La hermosa obligación de mantener y mejorar los principios de la fundación de nuestra Asociación: la enseñanza de nuestra disciplina –la Artroscopia– basada en nuestro congreso anual y en la edición de esta revista. Simbólicamente, este número da paso a este relevo que se sustanciará con el mío propio durante el congreso del próximo año en Zaragoza.

Pero hemos atravesado un momento delicado cuando la editorial Elsevier decidió no seguir editando la revista. Este fascículo constituye también una prueba de la nueva etapa de la publicación. Como pronto podréis comprobar, la presente edición puede mantener el nivel y la calidad alcanzados. Quiero desde aquí agradecer al equipo editor el esfuerzo para poner a punto este número especial de aniversario y el ordinario que está a punto también de ser editado. Pero este trabajo necesita una vez más de la colaboración de todos con el envío de artículos.

El primer artículo de este número lo constituye una actualización de nuestra propia historia relatada a través de los congresos. Ramón Cugat preparó el de los primeros 25 años, y esta revisión se la debemos a Roberto Seijas. También era necesario publicar los resultados de la encuesta realizada siguiendo, en este caso, el artículo previo de Javier Vaquero. Como todos sabéis, deberíamos ser más rigurosos con la elaboración de nuestros propios datos. Tras un importante esfuerzo, este trabajo se debe a la labor de José Luis Prieto y Miguel Ángel Ruiz Ibán. La historia de la reparación del LCA constituye también un buen repaso a nuestras propias indicaciones durante estos años. Al actual equipo director de la revista, Manuel Leyes y Francisco Forriol, debemos esta ilustrativa revisión. Fomentando nuestras colaboraciones con sociedades parejas, hemos incluido también este instructivo artículo sobre la elección de injerto para la reconstrucción del LCA de nuestro amigo chileno Rafael Calvo. 

Por el éxito del taller desarrollado durante el pasado congreso celebrado en Bilbao pedimos a su responsable, Eduardo Sánchez Alepuz, que realizara una sinopsis escrita, que se presenta en este número. Os sorprenderá sin duda el artículo que, sobre la salud del cirujano, firma nuestro director de Web y Redes sociales, Jenaro Fernández Valencia y su equipo. Indicaciones de la artrolisis en prótesis de rodilla rígida constituye un “guiño a la colaboración” con nuestros amigos de la SEROD. Por último el “in memoriam” a Pau Golanó de Francesc Soler y la presentación del premio a la mejor fotografía constituyen un homenaje a nuestro recordado compañero y amigo.

Felicidades también a todos los que habéis sido responsables de esta revista: a Enrique Galindo, su fundador y a Javier Vaquero, tantos años su responsable, a sus más recientes directores, Eduardo Sánchez-Alepuz y Manuel Leyes, y también a todos los que habéis desarrollado la a veces ingrata labor de la edición y la corrección. Gracias a todos, especialmente por vuestro trabajo y vuestra dedicación.

Expreso por último mi deseo de que todos volvamos a encontrarnos en próximos aniversarios con el mismo tesón y entusiasmo de los que hoy comenzamos a entregaros el testigo. Un abrazo.

Ricardo Cuéllar
Presidente de la AEA