Queridos amigos:
Se cumplen cuatro años desde que la Sociedad Española de Medicina y Cirugía del Pie y Tobillo (SEMCPT) encargó a este Consejo de Redacción editar la REVISTA DEL PIE Y TOBILLO. Es por ello por lo que llega el momento de ceder este honroso cometido a otros compañeros que, con seguridad, aportarán nuevas ideas (tan necesarias en toda labor científica) y soluciones a los problemas que vayan surgiendo.
Por parte de las Juntas Directivas con las que hemos coincidido en nuestro discurrir (presididas por los Dres. Núñez-Samper, Rodríguez Altónaga y Carranza), hemos recibido un respaldo total y un estímulo que es de justicia agradecer públicamente. Jamás nos faltó su apoyo, hecho este que ha facilitado enormemente nuestra gestión, al proporcionarnos la estabilidad e independencia necesarias para realizar nuestro trabajo.
También es preciso reconocer la labor del Comité Editorial, base fundamental del intento permanente de mejora de la calidad de la revista, al corregir los originales remitidos y realizar esa incómoda labor de proponer a los autores cambios en los artículos remitidos. Durante estos cuatro años los miembros del Comité Editorial han colaborado en todo lo que han podido para que no faltaran originales y, en general, hemos contado con su ayuda cuantas veces la hemos solicitado.
El Grupo Acción Médica ha sido, y es, otro elemento fundamental por la cuidadosa y esmerada edición de la revista. Dicha editorial ha sabido mantener su compromiso de esperar un tiempo prudencial hasta que la revista se autofinanciase, asumiendo el déficit que pudiera producirse en caso de no bastar la publicidad incluida para sufragar su coste. Desearía manifestar mi agradecimiento de forma especial a Javier Baglietto, consejero delegado del Grupo Acción Médica, quien aseguró en todo momento la colaboración entre la revista y la editorial, y a Carmen González, gran profesional del Departamento de Publicaciones, que ha resuelto con calidad y afecto los mil y un problemas que surgen en este tipo de trabajos.
Los Dres. Larraínzar, Maceira, Rochera, García Fernández y Ortiz (en la primera etapa), a los que se han sumado posteriormente los Dres. Vilá y Monteagudo, han hecho sencilla mi tarea gracias a sus conocimientos, profesionalidad y amistad. Me han ofrecido cientos de horas, robadas a sus quehaceres, para que os llegara el mejor producto que fuéramos capaces de elaborar.
Os confieso que me siento muy honrado de haber dirigido nuestra revista. Mi deseo y el de mis compañeros de redacción es que quienes a partir de ahora asuman esta responsabilidad cuenten con el mismo apoyo que nosotros hemos tenido de todos vosotros estos años.
Recibid un afectuoso saludo.